Bulldog en The Roxy

Punk rock salvaje en acción

“Química: Ciencia que estudia la naturaleza y las propiedades de los cuerpo simples, la acción molecular de unos sobre otros y las combinaciones debidas a dichas acciones.” Aunque sea de manual, la definición sirve para explicar lo que dejó el paso de Bulldog en la primera, repite hoy, de sus presentaciones en The Roxy. El quinteto desplegó un show repleto de energía que repasó casi todos sus hits.

Apenas pasadas las nueve de la noche la banda aparece en escena. Nada espectacular, se abre el telón, la gente aplaude y grita, los músicos se calzan los instrumentos y arrancan. Es entonces donde empieza a actuar la naturaleza. La excusa es presentar Salvaje, aunque ya lo hayan tocado en el Pepsi Music. La primera descarga de pogo viene de la mano de Corazón de metal, el título que abre la placa, y sigue con Un, dos, tres. Para rematar el arranque se pega el himno de los primeros tiempos Más que diez. El quinteto rosarino está en acción ante su joven público que, si bien no desborda el lugar, corea cada canción sin discriminar su antigüedad. Hay tiempo para que los amigos participen de la fiesta. El primero en subir al escenario es Leo De Cecco, baterista de Attaque 77, que pone sus ritmos a Circo Calesita y Piruvari (Mundo Irreal). La lista repasa los 17 años de carrera del grupo y no faltan temas que ya son clásicos como La vida, Otra vez, y los hits como Fatal destino, Vamos a buscar y el flamante Mas y Mas.
Además del correcto sonido de la banda, entusiasma el despliegue, por momentos casi coreográfico, de saltos y otros movimientos rockeros. No solo entre Mantu, Wily, Rata y Adrián es bueno el feedback, sino también con los invitados que comparten el set. Mantu no se privó de darse el gusto de tocar Mala Noche, un tema de Riff, junto a Michel Peyronel y su banda. También estuvo de paso El Niño, bajista de Los Violadores. En plan de dúo, Mantu y Rata bajan los decibeles, se sientan en unas sillas altas y le dan lugar a Tierra Adentro, la canción folclórica que cierra su última placa. La gente responde bien a todos los temas, viejos, nuevos, rápidos o lentos. Y quizás porque en su mayoría son bastante jóvenes no se ven antiguos rituales como desagradables escupidas.
Las dos horas de show se van completando con temas como Anti gil, Rotas Cadenas, una acelerada versión de El ángel de la muerte, Perros Chakales, Gente, Mi amor, mi sol…mi perdición; Un manto de libertad, El ocaso, la melancólica Un domingo en Madrid, Los nuevos hijos del rock, dedicada a las víctimas de Cromañon; Un día Mejor, Fuerza y Pasión y Mi santo en llamas. Sobre el final suena Piu Avanti, y el cierre es con Tercero D, para la cual cuentan con la colaboración de una precoz fan de 6 o 7 años que canta, junto al resto de la banda y la gente: ¡Está todo bien! La formula dió buen resultado.