Norberto el Ruso Verea condujo uno de los programas de rock mas emblemáticos de la radiofonía argentina: La heavy rock and pop, hace ya más de quince años. Dice que empezó en el periodismo por casualidad, pero trabajó junto a colegas como Diego Bonadeo, y en 1998 cubrió el Mundial de Fútbol para Radio Mitre. En la actualidad trabaja junto a Jorge Lanata en Radio del Plata y tiene una columna llamada Fútbol Ruso en la página web del diario Clarín. Sin embargo, estuvo más seis años sin tener un trabajo regular. Además de ser periodista, fue arquero de fútbol y actor de televisión. Hincha de Independiente, defiende a los habilidosos. Es un tipo sencillo y directo, que se planta con una visión crítica frente al negocio que rodea a sus dos pasiones: el fútbol y el rock. El Ruso explica cómo y por qué mantiene su actitud.
-Una vez declaraste que en tu vida habías tomado decisiones por tu papá y por el rock, ¿cómo explicarías eso?
-El mejor premio que puede tener un hijo es cuando alguien le dice que su viejo era un buen tipo. Quizás me creo un gran tipo y no lo soy. Lo que digo es que traté de respetar la continuidad del apellido. Si hay algo que me ha pasado en los medios es que me he ganado un respeto. Cuando hablo del rock lo hago porque crecí en una generación donde significaba cambiar cosas. Hoy metido dentro del negocio, consumido por todo este esquema bastardo, no tiene el sentido que tuvo para mí.
-Las bandas de esa época tenían la rebeldía que supone el ser rockero, ¿eso hoy se perdió?
-Absolutamente, es ponerle actitud a la palabra, que no quede solo en eso. Yo empecé a idealizar mi vida adolescente con los mensajes que venían de Jim Morrison, Deep Purple y Black Sabbath. Después el punk me terminó de arruinar, en el buen sentido, por eso de anárquico. Por ejemplo Lemmy, el cantante de Motorhead, me parece un ser con actitud que referencia lo que piensa. Tengo claro que hay cosas que él no va a hacer, como cambiar su música para salir en Mtv, y por respeto a eso hay cosas que yo no hago.
-En el ámbito del rock esa actitud es valorada, pero fuera de él quizás no. ¿Crees que esto te alejó de los medios?
-Me rompe la pelotas cuando me dicen que soy un tipo difícil porque le digo que no a ciertas cosas. No es fácil estar casi 6 años sin trabajo estable. Siento que puedo haber sido egoísta. Dejé en el camino son solo dinero, sino también prestigio, lugares de privilegio, pero es más fuerte que yo. Hay cosas que tengo pudor y me cuesta escribirlas, aún a sabiendas de que mejoraría mi estado económico y mi nivel de vida.
-La mayoría de los programas sobre fútbol giraron de lo periodístico al entretenimiento. ¿Sentís que no encajas en ese esquema?
-A veces veo conductores y me digo: ¡Mirá este chabón! No porque yo podría estar ahí, sino por saber cómo el esquema y el medio lo utilizan. Hay programas en los cuales el entrevistado está en un papel muy triste, lo someten al cómico de turno. El tipo está ahí como un boludo.
-Una vez declaraste que en tu vida habías tomado decisiones por tu papá y por el rock, ¿cómo explicarías eso?
-El mejor premio que puede tener un hijo es cuando alguien le dice que su viejo era un buen tipo. Quizás me creo un gran tipo y no lo soy. Lo que digo es que traté de respetar la continuidad del apellido. Si hay algo que me ha pasado en los medios es que me he ganado un respeto. Cuando hablo del rock lo hago porque crecí en una generación donde significaba cambiar cosas. Hoy metido dentro del negocio, consumido por todo este esquema bastardo, no tiene el sentido que tuvo para mí.
-Las bandas de esa época tenían la rebeldía que supone el ser rockero, ¿eso hoy se perdió?
-Absolutamente, es ponerle actitud a la palabra, que no quede solo en eso. Yo empecé a idealizar mi vida adolescente con los mensajes que venían de Jim Morrison, Deep Purple y Black Sabbath. Después el punk me terminó de arruinar, en el buen sentido, por eso de anárquico. Por ejemplo Lemmy, el cantante de Motorhead, me parece un ser con actitud que referencia lo que piensa. Tengo claro que hay cosas que él no va a hacer, como cambiar su música para salir en Mtv, y por respeto a eso hay cosas que yo no hago.
-En el ámbito del rock esa actitud es valorada, pero fuera de él quizás no. ¿Crees que esto te alejó de los medios?
-Me rompe la pelotas cuando me dicen que soy un tipo difícil porque le digo que no a ciertas cosas. No es fácil estar casi 6 años sin trabajo estable. Siento que puedo haber sido egoísta. Dejé en el camino son solo dinero, sino también prestigio, lugares de privilegio, pero es más fuerte que yo. Hay cosas que tengo pudor y me cuesta escribirlas, aún a sabiendas de que mejoraría mi estado económico y mi nivel de vida.
-La mayoría de los programas sobre fútbol giraron de lo periodístico al entretenimiento. ¿Sentís que no encajas en ese esquema?
-A veces veo conductores y me digo: ¡Mirá este chabón! No porque yo podría estar ahí, sino por saber cómo el esquema y el medio lo utilizan. Hay programas en los cuales el entrevistado está en un papel muy triste, lo someten al cómico de turno. El tipo está ahí como un boludo.
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